Roostiq es uno de los restaurantes de moda en la capital. Ubicado en la zona de Chueca, es uno de los favoritos de los foodies más críticos, de la gente guapa a la que le gusta comer, y de los amantes de los torreznos y la buena comida. Roostiq, podríamos decir, es una de esas direcciones a tener en cuenta cuando salimos a cenar. Tal ha sido su éxito que este verano han desembarcado en Marbella, con muy buenas expectativas. Las han cumplido. Con un local más ambicioso, pero con el espíritu de siempre, Roostiq ha llegado a Marbella para enfrentarse a su competencia gastronómica, cada vez más exigente. Hemos hablado con Alberto Zoilo Álvarez, su fundador. Esto es lo que nos ha contado.
¿Por qué Marbella?
Siempre hemos tenido una conexión especial con Marbella. Hemos veraneado aquí toda la vida y el nivel gastronómico ahora mismo es altísimo.
¿Qué diferencias hay entre el concepto de Marbella y de Madrid?
Muy pocas en cocina. Sí en decoración y en tamaño. En Marbella disfrutamos de sol casi todo el año y la terraza que tenemos es espectacular.
Marbella se está convirtiendo en un referente gastronómico (aunque lleva años siéndolo) ¿Es esta revolución gastronómica la que os ha llamado a abrir Roostiq en el sur? La competencia es interesante.
Sin duda otros compañeros han hecho de Marbella un referente a nivel nacional e internacional. Venimos para sumar.
¿Es el público marbellí igual de exigente que el madrileño? (Aunque sí que es cierto que son muchos los madrileños que veranean en el sur…)
Igual de exigente. Siempre se dice que el cliente en verano se relaja, pero el listón está tan alto que hace que todos estemos siempre con la máxima exigencia.
¿Se ha adaptado la materia -productos, platos…- a la nueva sede marbellí?
El 90% de la carta es la misma, y casi todo viene de nuestra finca Roostiqland, en Ávila, de cultivo propio.
¿Quien va a Roostiq en Marbella pide lo mismo que en la capital o hay diferencias? También hay que tener en cuenta que estamos en verano, quizás apetecen otras cosas…
Es evidente que nuestras verduras, torreznos y pizzas son casi obligatorias en cada mesa.
¿Se está probando algo en Marbella que puede que se instaure en la capital?
Siempre es bueno probar y mejorar. Si alguno de los platos que hemos creado para Marbella se pueden hacer en Madrid, ¿por qué no?
El local del sur tiene otras pretensiones respecto al de Chueca, más pequeño… ¿Roostiq acabará teniendo un local de esas dimensiones en Madrid?
Todo es posible. Roostiq está creciendo y es una marca que se puede replicar en un local más grande. Marbella ya nos ha demostrado eso.
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Si alguien no ha ido nunca a Roostiq… ¿Qué debe pedir?
Son básicos los torreznos, las verduras a la brasa, pizzas y algo de carne. Ah, y nuestra tarta de queso.
¿Novedades para el nuevo curso?
Seguir trabajando como hasta ahora para que nuestros clientes nos acompañen allá donde abramos.